| Abstract |
A la vista de su filmografía anterior, seguramente Noé no es la cinta más brillante del realizador, es más, es, a pesar de su grandilocuencia, la menos potente, y no será porque no ponga empeño, sino, precisamente por su indefinición a la hora de abordarla. El guión titubea entre varios géneros: la fantasía, la epopeya bíblica, el conflicto histórico..., lo que hace muy difícil que el espectador consiga empatizar con el protagonista, Noé, o llegar a sentirse afectado por las duras decisiones que tiene que tomar y que componen en suma el corazón de la historia. Noé es un híbrido innegablemente osado con el que, en su loable afán por dejar su compleja impronta y llevar su arca más allá del cine palomitero, Aronofsky se queda a medio camino entre el blockbuster y la metafísica eco-teológica, navegando entre dos aguas y atracando, finalmente, en tierra de nadie |
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