Alejandro Galvao: “Queremos mejorar la investigación sobre el daño cerebral a través de un intercambio de conocimientos entre la investigación y la clínica”

19/07/2024

Alejandro Galvao es profesor e investigador del Departamento de Psicología de la Universidad Loyola y uno de los responsables del grupo de investigación Neuropsicología Aplicada, Neurociencia Clínica y Neurorrehabilitación. Su formación avanzada en Electrofisiología Cognitiva y en técnicas de Neuroimagen le han llevado a centrar sus líneas de investigación en la evaluación del deterioro cognitivo y los efectos de la Neurorrehabilitación en personas con Esclerosis Múltiple, y pacientes con Daño Cerebral Adquirido.

Recientemente, desde la Universidad Loyola, ha comenzado a liderar la aportación como socio en el consorcio europeo del proyecto “DOCBOX”, financiado por la convocatoria HORIZON-MSCA-RISE. Denominado ‘Development of a multimodal toolbox to ensure a fast and reliable diagnosis of consciousness disorders’ (DoCBox) es iniciativa aprobada por la Comisión Europea a través de su Programa Horizonte Europa, dentro de las acciones Marie Skłodowska Curie. Hasta el final de diciembre de 2027 y junto con otras 15 instituciones de diez países desarrollará y aportará nuevas herramientas para la mejora de las evaluaciones conductuales, de neuroimagen y neurofisiológicas que se implementan en pacientes con Daño Cerebral Adquirido y Estados alterados de Consciencia.

Las acciones que llevará a cabo la Universidad Loyola en este proyecto serán en contacto también con la Fundación Vithas y el Instituto de Rehabilitación Neurológica de los Hospitales Vithas (IRENEA), que ofrece una visión integral, holística y transdisciplinar de las lesiones neurológicas y de su abordaje terapéutico en las distintas fases del proceso rehabilitador. Asimismo, está en marcha un nuevo programa de postgrado junto con esta institución, el Máster Universitario en Neurorrehabilitación, aportando un enfoque práctico basado en la evidencia científica, los últimos avances científico-tecnológicos y en la experiencia clínica de profesionales especializados de relevancia internacional.

Esta relación está basada en años de trabajos científicos conjuntos. Ya desde el proyecto europeo DOCMA también financiada por la Comisión Europea, el Servicio de Neurorrehabilitación de los Hospitales Vithas trabajaba ya desde 2018 junto con la Universidad Loyola para la investigación dirigida a la atención de los pacientes con daño cerebral y estados alterados de consciencia.

Alejandro Galvao habla sobre los avances que supone este nuevo proyecto de investigación y todos los nuevos retos a partir de lo ya caminado en la mejora de las evaluaciones, las intervenciones, el pronóstico y el diagnóstico en pacientes con daño cerebral y estados alterados de conciencia.

Pregunta: ¿Qué nuevos horizontes se plantean en este nuevo consorcio?

Respuesta: El proyecto DOCBOX es, efectivamente, una continuación del proyecto DOCMA finalizado en enero de 2023. En esta ocasión, existen nuevas instituciones implicadas, tanto académicas, como clínicas, en países como China, Alemania, Bélgica, Italia o Francia, que han enriquecido las contribuciones y objetivos del proyecto, el cual finalizará en diciembre de 2027, así como los contextos de aplicación de los resultados del mismo, ahora, más amplios geográficamente. En ese sentido, DoCBox tiene como objetivo y nuevos horizontes desarrollar y aportar nuevas herramientas para la mejora de las evaluaciones conductuales, de neuroimagen y neurofisiológicas que se implementan en pacientes con daño cerebral y estados alterados de consciencia. Dichas herramientas, serán desarrolladas con el objetivo de que sean rápidas y fáciles de implementar para evaluar y diagnosticar con precisión a estos pacientes en un contexto clínico, lo que permitirá un examen más exhaustivo y una mejor gestión de esta población vulnerable. Por otra parte, estas herramientas responderán a las necesidades de la sociedad en cuanto a la evaluación de estos pacientes, ya que responderán adecuadamente a las rígidas limitaciones de tiempo de los entornos clínicos, que son una de las mayores limitaciones para un diagnóstico preciso.

“La nuevas herramientas para la mejora de las evaluaciones conductuales, de neuroimagen y neurofisiológicas serán más rápidas y precisas para un examen más exhaustivo y una mejor gestión de esta población vulnerable”.

P: ¿Qué herramientas se utilizarán para obtener identificar los biomarcadores neurofisiológicos y de neuroimagen más precisos de los estados alterados de consciencia en daño cerebral adquirido? ¿A dónde hemos llegado y por dónde continuamos para ser más precisos?

R: Las herramientas que se desarrollarán y utilizarán serán, por un lado, derivadas de la electroencefalografía, la medición de la actividad eléctrica cortical cerebral, tanto en estado de reposo, como durante la estimulación por vías sensoriales (auditivas, visuales...) con diversas pruebas de evaluación cognitiva. Además, también se tendrán en cuenta parámetros de evaluación de la actividad metabólica cerebral durante estas pruebas de evaluación, como los derivados de la resonancia magnética funcional o la tomografía por emisión de positrones (PET), así como parámetros de integridad estructural de nuestro cerebro, como los derivados de la resonancia magnética nuclear, tensor de difusión, y otras técnicas que nos aportan información, tanto de la integridad en la sustancia gris (las neuronas), como en la sustancia blanca (los axones o vías de conexión entre neuronas). Por último, también se tendrán en cuenta pruebas comportamentales (p. ej., escalas de comportamiento) que se incluirán y añadirán a esta caja de herramientas completa.

Todas estas herramientas pretenden mejorar la investigación interdisciplinar sobre el daño cerebral adquirido y los estados alterados de consciencia a través de un intercambio de conocimientos entre el ámbito investigador y el ámbito clínico, además de a través de la cooperación científica internacional para, así, traducir y validar diversos instrumentos y herramientas que puedan ser implementadas en el ámbito clínico.

“El proyecto también pretende involucrar a los cuidadores formales e informales en el diagnóstico de los pacientes con este tipo de patología”.

Actualmente, existen diversas escalas para evaluación de los niveles de consciencia en esta población. Además, a nivel experimental, hemos descubierto ciertos parámetros cerebrales funcionales que aportan información valiosa. Sin embargo, el consorcio y el proyecto DOCBOX pretende proporcionar nuevas herramientas de evaluación a pie de cama para perfeccionar y optimizar la detección de signos de consciencia en pacientes pos-comatosos. Por otro lado, identificar los biomarcadores neurofisiológicos y de neuroimagen más precisos de los estados de conciencia y desarrollar nuevos programas informáticos fáciles de usar para aplicar estos análisis en entornos clínicos. Por último, el proyecto también pretende involucrar a los cuidadores formales e informales en el diagnóstico de los pacientes con este tipo de patología. Además, al estar involucrados diversos profesionales del ámbito de la física y la ingeniería, además de la medicina o la neuropsicología, también contaremos con aproximaciones metodológicas basadas en la inteligencia artificial, que ayudarán a optimizar los procesos y el resultado que ofrecen estas herramientas.

P: Se ha rodeado de profesionales de distintas áreas con un objetivo de desarrollar aplicaciones para interpretar los datos de los análisis ¿Qué cree que en líneas generales aporta a la neurociencia el conocimiento más tecnológico como la ingeniería electrónica o la ciencia de los datos?

R: Efectivamente, en el consorcio del proyecto DOCBOX existen gran cantidad de profesionales de diversas áreas de conocimiento, como la medicina, la neuropsicología, la física, la ingeniería, la fisioterapia, etc. En ese sentido, el conocimiento del cerebro humano, así como el conocimiento de las consecuencias que sufre nuestro cerebro tras un daño cerebral grave, en conjunción con áreas provenientes de las ciencias de los datos, la inteligencia artificial y las ciencias experimentales y de la salud, nos permite avanzar en la mejora del diagnóstico de ciertas alteraciones cerebrales, así como en la detección de sus consecuencias funcionales, con el objetivo de poder ofrecer a la sociedad mejores herramientas de detección y mejores estrategias de intervención para, en definitiva, mejorar la calidad de vida de estas personas y sus cuidadores/familiares.

“La relación entre las ciencias computacionales y las neurociencias es cada vez más estrecha e íntima, de forma que, en conjunto, están aportando cada vez más soluciones a problemas concretos en el ámbito de la salud”.

En ese sentido, en nuestra institución, contamos para el proyecto con personal del departamento de ingeniería y del departamento de métodos cuantitativos, además de aquellos vinculados al área de psicobiología del departamento de psicología. Por otra parte, la relación entre las ciencias computacionales y las neurociencias es cada vez más estrecha e íntima, de forma que, en conjunto, están aportando cada vez más soluciones a problemas concretos en el ámbito de la salud y aumentando el conocimiento de la naturaleza humana, aquello que nos hace únicos. Desde lo antropológico, a lo psicológico y lo sanitario.

P: Este proyecto dice que favorecerá el intercambio de profesionales desde el ámbito clínico y hospitalario, al ámbito investigador y universitario, ¿En qué se materializa? ¿Con qué instituciones cuenta para ello?

R: Sí, el proyecto tiene como objetivo principal facilitar el intercambio de profesionales entre instituciones, del ámbito clínico u hospitalario, al ámbito científico y académico. El consorcio lo conforman 16 instituciones de toda Europa y de algunas otras partes del mundo.  De esta forma, las diversas instituciones cuentan con un presupuesto económico, gracias a la convocatoria RISE de la Unión Europea, que permite dicho intercambio, así como la organización de talleres formativos, congresos, jornadas de divulgación y acciones encaminadas a la producción científica y la divulgación de conocimientos en el ámbito del daño cerebral y los estados alterados de consciencia. En concreto, nuestra institución, la Universidad Loyola y el Laboratorio de Neurociencia Humana, representado por la línea de Investigación en Neurociencia Clínica y Neurorrehabilitación del grupo NEUROCAP, realizará, al menos, 19 meses de estancias en otras instituciones, además de recibir personal clínico y científico de otros centros en nuestra institución y laboratorio. En ese sentido, mis compañeros James B Romaine, David Becerra, Francisco Rivas, Javier Espuny, Bárbara Postigo y Samuel López, además de nuestra gestora de proyectos, Isabel Moriña, colaboran en la gestión y organización de todas estas actividades.

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P: Desde que se inició el proyecto al inicio de este año han sucedido varias reuniones del Consorcio que forma parte del proyecto. Solo han pasado escasos cinco meses, pero, ¿hay algún avance que destacar del proyecto en esta fase inicial?

R: Sí, gracias por realizar esta pregunta. En el tiempo transcurrido desde que se inició el proyecto, hemos podido empezar a trabajar en cada uno de los paquetes de trabajo del proyecto, comenzando con los procesos de traducción y validación de escalas clínicas, las cuales, muchas de ellas, no están traducidas al español ni validadas en nuestra población. Además, hemos comenzado los pasos necesarios para construir una herramienta informática que nos permita compartir datos neurofisológicos y de neuroimagen entre todos los miembros del consorcio y que será el germen para una futura propuesta informática libre y gratuita donde almacenar, analizar y procesar todos los datos recogidos a nivel científico y clínico de manera específica en esta población clínica. Además, hemos empezado a analizar los puntos en común y las divergencias en los métodos de evaluación, diagnóstico y tratamiento que se aplican en todos y cada uno de los centros y, por último, el pasado 24 y 25 de mayo tuvo lugar en Liége, Bélgica, la primera jornada internacional del proyecto centrada en Estados Alterados de Consciencia a la que hemos llamado los DoCBOX days, donde ponentes y profesionales de todo el mundo actualizaron a los asistentes sobre las últimas novedades en el campo.

“Ya hemos comenzado con los procesos de traducción y validación de escalas clínicas, las cuales, muchas de ellas, no están traducidas al español ni validadas en nuestra población”.

P: Finalmente, ¿Qué espera que aporte a la sociedad los resultados de este proyecto?

R: En última instancia, espero que el proyecto DOCBOX se traduzca en la creación y propuesta de directrices y recomendaciones, tanto científicas, como clínicas, e incluso políticas, para mejorar el diagnóstico y, por tanto, la atención, de los pacientes con Daño Cerebral Adquirido y Estados alterados de Consciencia. El programa de intercambio propuesto pretende reunir a un gran consorcio internacional e interdisciplinar de 16 socios (de la UE y de fuera de la UE), incluidos investigadores y otros profesionales con todas las competencias necesarias, que permitan abordar los retos a los que se enfrentan los profesionales a la hora de estudiar y atender a pacientes de este tipo. Los beneficios para Europa serán los datos masivos intersectoriales e interdisciplinarios recopilados por este consorcio, que permitirán un gran avance en la comprensión de los estados alterados de consciencia en el daño cerebral adquirido, así como una mejor atención tanto a los pacientes, como a sus cuidadores y familiares. Por último, gracias a propuestas como esta, también tenemos la oportunidad de formar y capacitar a los profesionales del futuro que atenderán a estos pacientes y sus familias.

“Los beneficios para Europa serán los datos masivos intersectoriales e interdisciplinarios recopilados por este consorcio, que permitirán un gran avance en la comprensión de los estados alterados de consciencia en el daño cerebral adquirido”.

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