Daniel Martín, delegado territorial en Andalucía-Sevilla y Extremadura de la Asociación Española de Asesores Fiscales (AEDAF), ha impartido una masterclass a los estudiantes del Máster Universitario en Tributación y Asesoría Fiscal de Loyola.
El objetivo de esta sesión ha sido demostrarles a los alumnos la importancia de pertenecer a un colectivo como este, que aporta no solo formación y experiencia, sino también colaboración, compañerismo y defensa jurídica.
La AEDAF, fundada en 1967, es una asociación que reúne a más 3.500 profesionales titulados universitarios especializados en la materia fiscal. Entre sus actividades está la formación de sus asociados, promover el estudio del Derecho Tributario, fomentar el intercambio y desarrollo de experiencias profesionales en la práctica del asesoramiento fiscal y la defensa de un sistema tributario justo y sostenible.
“Mi consejo para los estudiantes es que aprovechen este año, que es fundamental para su desarrollo profesional, exprimiendo a sus profesores y trabajando en equipo”.
Junto a Daniel, también estuvo José Ángel García, delegado provincial de Sevilla y miembro del Grupo de Expertos de Derechos y Garantías y Práctica Tributaria de la AEDAF. Ambos coincidieron en la importancia de ser miembros de AEDAF como asociados no ejercientes estudiantes, con lo que podrán disfrutar durante el Máster. “Después del Máster, podéis aprovechar las ventajas y oportunidades que les reserva el Convenio de Colaboración entre AEDAF y la Universidad de Loyola”.
José Ángel García y Daniel Martín en la Universidad Loyola.
Daniel ha explicado que la AEDAF tiene como misión mantener la formación continua de alta calidad y rápida aplicación en su actividad diaria, necesaria para el ejercicio de la profesión a través de sus jornadas, congresos y publicaciones. “Asimismo, por su fundamental labor en la defensa de los intereses de la profesión”.
En este sentido, ambos ponentes señalaron el deterioro que está sufriendo la gestión tributaria en los últimos 20 años derivado del aumento en las obligaciones formales, en los requerimientos, etc., unido a un trato cada vez menos personalizado, cada vez más complicado para el asesor fiscal.
“La AEDAF está en los principales foros de colaboradores de la Administración Tributaria, traslada las dificultades con las que nos estamos encontrando los Asesores Fiscales, proponiendo posibles soluciones y promoviendo convenios de colaboración”, ha explicado el delegado.
Para paliar este deterioro, la AEDAF colabora en la preparación y modificación de textos legales mediante observaciones e informes. También interpone recursos contra normativas contraria a la justicia del sistema, como recientemente con el valor de referencia o la presentación telemática obligatoria para todos los casos de declaraciones.
“Sin duda, Loyola está formando excelentes profesionales teniendo en cuenta que es un perfil cada vez más cualificado en un campo tan específico y cambiante como es el de la fiscalidad”.
La Universidad Loyola tiene un acuerdo de colaboración con la AEDAF para fomentar el estudio de la materia tributaria. De esta manera, facilita la incorporación en el ámbito laboral de los titulados del Máster, dando así una respuesta concreta a la demanda social, cada vez más creciente, de especialistas en tributación, que requiere una formación completa, sólida y práctica.
