José Antonio Suffo Aboza es enfermero, doctor en Enfermería, y ahora nuevo profesor del Máster Universitario en Enfermería Quirúrgica, Anestesia y Cuidados Postanestésicos de la Universidad Loyola.
Este programa, dirigido a profesionales en activo, arranca en octubre en el campus de Sevilla de la Universidad Loyola, para formar a profesionales de la Enfermería en la práctica quirúrgica, para que sean capaces de brindar una correcta atención perioperatoria al paciente.
Como experto en bioética, va a impartir una asignatura sobre "Ética para la atención al paciente y su familia en el proceso quirúrgico", para complementar la formación previa de los profesionales que cursen el Máster con el objetivo de mejorar la prestación de los cuidados. Para ello, explica que “trabajaremos la reflexión ética y la deliberación moral, para que puedan conseguir una práctica profesional de excelencia, donde el objetivo de la humanización del entorno quirúrgico sea prioritario”.
Hemos charlado con él sobre el cuidado integral del paciente, los principios éticos en los que se fundamente el cuidado, cuándo puede llegar a perderse la ética en el cuidado del paciente o los retos de la enfermería quirúrgica.
Pregunta (P). ¿Por qué es importante tener la asignatura "Ética para la atención al paciente y su familia en el proceso quirúrgico" en el máster?
Respuesta (R). Es un imperativo ético la humanización. Mediante ella, contribuimos a salvaguardar la dignidad humana en un contexto de salud, entendiendo la dignidad como el valor único, insustituible e intransferible de toda persona y concretamente, en un entorno extraño y “frio” como podría ser el quirúrgico.
Debemos tener en cuenta que la atención comienza mucho antes y termina mucho después del acto quirúrgico en sí. El enfermero/a excelente sería aquel que se compromete con la humanización, pues sólo la utilización de conocimientos técnicos no es suficiente para alcanzar los estándares de calidad deseados.
La asignatura "Ética para la atención al paciente y su familia en el proceso quirúrgico" combinará tanto elementos teóricos como prácticos para proporcionar a los estudiantes una formación integral en ética y su aplicación en el contexto de la enfermería quirúrgica.
(P). ¿Qué entendemos por cuidados de enfermería quirúrgica?
(R). Los cuidados de enfermería quirúrgica son un conjunto de intervenciones y actividades realizadas por enfermeros especializados en el área quirúrgica para asegurar la seguridad, comodidad y bienestar del paciente y su familia, antes, durante y después de una intervención quirúrgica. Estos cuidados están diseñados para abordar las necesidades específicas del paciente quirúrgico, su familia, garantizando una recuperación exitosa.
(P). ¿En qué principios éticos se fundamenta esa forma de entender el cuidado?
(R). Los valores y principios que vamos a intentar desarrollar en la asignatura son autonomía, reconociendo el derecho del paciente a tomar decisiones informadas y participar activamente en su atención médica; beneficencia, que se refiere al deber de los profesionales de la salud de actuar en beneficio del paciente y buscar su bienestar; maleficencia, que implica la obligación de no causar daño intencionadamente al paciente; justicia, que se refiere a la equidad y la imparcialidad en la distribución de recursos y el acceso a la atención médica; confidencialidad y deber de secreto, para garantizan que la información del paciente se mantenga confidencial y solo se comparta con los miembros del equipo sanitario involucrados directamente en su atención; respeto a la dignidad humana; atención a la vulnerabilidad; y práctica clínica basada en la evidencia.
“El Máster Universitario en Enfermería Quirúrgica dotará a los profesionales que lo cursen de las habilidades, conocimientos y actitudes necesarias para enfrentar los retos éticos y morales que se presentan o presentarán, en el sector de la enfermería quirúrgica”.
(P). ¿Cuáles son las actitudes y conocimientos que ha de poseer una persona para llegar a actuar como una buen enfermero/a?
(R). Tiene mucho que ver con el desarrollo y adquisición de todos estos valores que hemos ido enumerando en las respuestas anteriores, y quizás, añadiendo y subrayando por la importancia que los sistemas sanitarios reclaman, el objetivo de la seguridad del paciente en todo el proceso asistencial y una práctica clínica basada en la evidencia científica y no en la costumbre. Estos son en estos momentos deberes éticos de máxima prioridad.
(P). ¿La ética de los cuidados no se pierde o es secundaria en un momento como el actual de sobrecarga?
(R). La ética de los cuidados no debería perderse ni ser relegada a un segundo plano, incluso en momentos de sobrecarga o crisis en el sistema de salud. Es precisamente en momentos de alta demanda, estrés y distrés moral, como los vividos en pandemia, cuando la ética se vuelve aún más relevante y necesaria para guiar las decisiones y acciones de los profesionales de la salud.
