“En Loyola hay un factor diferencial frente a otras instituciones, la identidad jesuita”

29/04/2022

Antonio Hernández estudia en Loyola Másteres, la escuela de posgrado de la Universidad Loyola, el Máster Universitario en Formación del Profesorado. Fue durante su segundo año del grado en Ingeniería Industrial cuando descubrió su vocación por la enseñanza, a raíz de acompañar a un grupo de catequesis de 4º de ESO en su antiguo colegio San Estanislao de Kostka de Málaga.

“Cuando tuve la certeza de querer ser profesor, simplemente se convirtió en el siguiente paso a dar una vez terminase la carrera”.

Eligió la Universidad Loyola para formarse en su pasión por su identidad jesuita, la que considera un factor diferencial con respecto al resto de oferta de másteres de educación. “Hoy en día se nos llena la boca de palabras como diversidad, integración, igualdad, equidad… y, sin embargo, creo que muchas veces se quedan en el papel. Desde el máster nos transmiten la importancia de que esto no sea así e intentar llegar a la persona”.

Como valor fundamental, Antonio destaca las prácticas curriculares y extracurriculares que se ofertan desde el Servicio de Carreras Profesionales. “El máster te da una buena base teórica, sin embargo, donde realmente aprendes y te preparas es en el día a día dentro de un aula”.

Sobre el profesorado agradece la larga trayectoria profesional y personal que tienen dentro de la enseñanza. Son profesionales conectados a las realidades de los centros e imparten una metodología teórico-práctica y próxima a la realidad laboral.

“Las leyes de educación, como muchas otras cosas, se han convertido en un arma política más”

Antonio critica la falta de consenso entre los diferentes partidos políticos para crear una ley de educación duradera. “Obviamente esto es perjudicial y, en mi opinión, es causa y efecto de que hoy en día en la sociedad predomina una mirada superficial, estrecha y a corto plazo de la mayoría de las cosas. No somos capaces de lanzar una mirada al futuro y analizar las necesidades que vivimos y viviremos”.

“Lo que realmente me preocupa es que las reformas educativas se queden en lo superficial, y no se encaren los desafíos y necesidades que hoy enfrenta la sociedad. Tenemos problemas que requieren de nuestra atención y no tomamos en cuenta, el aumento de suicidios en los jóvenes, los problemas psicológicos derivados de la pandemia, etc”.

Independientemente de la ley educativa que esté en vigor, Antonio destaca el papel diario de los profesores, quienes tiene la obligación de trabajar para que los alumnos consigan alcanzar sus mejores versiones. “Rescato una frase del padre Arrupe: no se trata de formar sólo a los mejores del mundo, sino a los mejores para el mundo”.

Para más información sobre el programa, entra en https://www.uloyola.es/masteres/formacion-del-profesorado

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