Domingo Caro está terminando el Máster en Dirección de Comunicación Corporativa y Digital en la Universidad Loyola. Aunque su camino no empezase en el ámbito de la comunicación, tiene claro que este es su sitio.
“En mi primera etapa universitaria, me lancé a estudiar ingeniería industrial, carrera que abandoné a la mitad al darme cuenta de que no era para mí. Al final, encontré en la comunicación ese cruce perfecto entre la ciencia y las personas”.
Lo que más destaca del postgrado de Loyola es su cercanía al ámbito profesional. “Lo más importante es conocer cómo funcionan las cosas en el mundo real, y quién mejor para enseñarlo que los que están dentro”.
El claustro de profesionales que integran el Máster en Dirección de Comunicación Corporativa y Digital son profesionales en activo de primer nivel con una proyección nacional e internacional: responsables de comunicación, directivos de agencias de comunicación nacionales e internaciones y perfiles referentes en el sector.
“El máster te prepara para el mundo real: trabajo en equipo, casos prácticos y consejos de profesionales con muchos años en el sector”
Para Domingo, el conocimiento teórico sobre su disciplina pierde valor si no sabes aplicarlo. Precisamente, el postgrado del área de Comunicación de Loyola tiene una metodología fundamentalmente práctica, que permite a los estudiantes afrontar con garantías su entrada al mundo empresarial. “Esta visión global y transversal es un valor añadido”.
Además, el máster es un excelente espacio el networking tanto con los profesores que imparten clase como con los directores y especialistas que vienen a impartir masterclass sobre temas concretos. “El networking es otro de sus puntos fuertes, pudiendo construir una red de contactos que serán de ayuda en un futuro”.
Premio a la Excelencia del 100%
Domingo consiguió uno de los Premios a la Excelencia que ha entregado la Universidad este curso para alumnos de nuevo ingreso. Por ello, el postgrado fue financiado íntegramente con el 100% del importe por la Universidad Loyola.
“Este tipo de reconocimientos sirven para premiar la constancia y para romper ciertos estigmas alrededor de las universidades privadas. Demuestra que si eres bueno también hay hueco para ti, independientemente de tu condición económica”.
Para Domingo es todo un orgullo haber conseguido estudiar gratis en una universidad como Loyola. Considera que es la “guinda perfecta” a toda su trayectoria académica. “Ha supuesto una enorme satisfacción personal por el trabajo bien hecho. Todo esfuerzo, tarde o temprano, tiene su recompensa”.
En junio acaba el postgrado y quiere continuar su carrera en el extranjero. Aunque sabe que es difícil, el Servicio de Carreras Profesionales de Loyola le ha ayudado en la construcción de un perfil laboral acorde a sus preferencias, haciendo todo lo posible por que la incorporación al mercado laboral sea en un lugar con proyección.
