“El Doble Máster en Psicología General Sanitaria y Neuropsicología te permite forjar una amplia red de contactos”

25/10/2021

Carmen Ponce es alumna de segundo año en el Doble Máster en Psicología General Sanitaria y Neuropsicología en Loyola Másteres, la escuela de Posgrado de la Universidad Loyola. Eligió formarse en el área de psicología porque, desde pequeña, ha tenido claro que quería mejorar de alguna manera la calidad de vida de las personas.

Ahora, se está especializando en Neuropsicología porque conocer el comportamiento humano a nivel cerebral le permite entender aún mejor a las personas y su forma de responder a su experiencia interna y externa.

“La oportunidad que te ofrece la universidad de cursar ambas formaciones de manera simultánea me parece un regalo”, comienza analizando Carmen. Para ella, la psicología es una de las profesiones más difíciles y exigentes que existen, por la responsabilidad y el compromiso de tener que prestar un servicio excelente a la sociedad. “El crecimiento a nivel personal y profesional es inmensurable”, completa.

El Doble Máster cuenta con un claustro de profesores de primer nivel, tanto académicos como profesionales en activo, quienes comparten sus conocimientos y experiencias en el día a día de su trabajo.  

“Destaco la competencia de los profesionales que imparten las clases no sólo por las perspectivas y experiencias que explican, sino también por la red de contactos que puedes forjar”.

“Es indudable que este doble máster te prepara realmente para tu desempeño laboral, pero también es importante que continuemos formándonos y que nuestra actitud sea siempre muy proactiva”. Carmen destaca que la psicología es una profesión en constante cambio, lo que hace que sus profesionales deban estar siempre en continua formación y actualización. “No sólo me parece crucial que ambicionemos a un constante aprendizaje, sino también movilizar nuestra curiosidad e interés sobre los temas que aprendemos en el máster, completando así nuestra formación”.

El envejecimiento de la población aumentará la demanda de neuropsicólogos

España es uno de los países con mayor tasa de población envejecida tras Japón. De hecho, en las Proyecciones de Población para el año 2020-2070, el Instituto Nacional de Estadística refleja que uno de cada cuatro españoles tendrá 65 años o más en 2035.

Ante este contexto, se prevé que las enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer o el Parkinson aumenten a lo largo de las próximas décadas. Según el estadio en el que se encuentra la propia enfermedad, estas patologías suelen llevar asociadas cierto deterioro cognitivo, emocional y motor como temblores esenciales o pérdidas de memoria en Parkinson y Alzheimer, respectivamente.

“Nuestro papel como neuropsicólogos es fundamental independientemente de dicho estadio, es decir, es favorable en cualquiera de ellos”, avanza Carmen. Tanto al inicio como en estadios avanzados de la enfermedad, los especialistas en el campo de la Neuropsicología intervienen en la prevención, evaluación, rehabilitación, tratamiento e investigación de las funciones comprometidas.

A nivel general, los neuropsicólogos intervienen cuando se presentan dificultades cognitivas, motoras y emocionales por motivo de alteraciones que puedan producirse en el conectoma cerebral, o por otro tipo de alteraciones producidas por enfermedades neurodegenerativas. El neuropsicólogo, desde una intervención integral, trabaja con el paciente y su familia con el objetivo de que el progreso se de en entornos ecológicos, más allá de las consultas.

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