“Aunque no son jurídicos ni vinculantes, nuestros informes forenses influyen en la toma de decisiones de los operadores jurídicos”

22/03/2022

El Máster Universitario en Neuropsicología de Loyola Másteres, escuela de posgrado de la Universidad Loyola, ha organizado la masterclass "Aplicaciones profesionales de la Neuropsicología en el ámbito jurídico y forense".

Para ello, ha invitado a Candela Gracia, neuropsicóloga forense especialista en los ámbitos Civil, Penal y Laboral, quien ha profundizado en la evaluación y peritación psicológica forense y ha expuesto las competencias necesarias con las que realizar un asesoramiento efectivo en procedimientos judiciales.

La neuropsicología forense es la ciencia que estudia la relación entre el cerebro y la conducta y las consecuencias legales de ésta.

Aunque la neuropsicología forense es una de las ciencias más recientes del ámbito de la psicología, pues surgió en los años 80 del siglo pasado en Estados Unidos, es una de las que más impacto está teniendo en la sociedad. En España, la neuropsicología forense comenzó a tener mayor reconocimiento a raíz del mediático caso de Marta del Castillo. “La aplicación de la neuropsicología forense en el caso de Marta del Castillo dio mayor notoriedad y credibilidad de esta ciencia en el ámbito judicial y en la sociedad en general”, ha destacado.

Se centra en descubrir los mecanismos neurobiológicos que subyacen a los pensamientos, sentimientos y comportamientos que puede ser relevantes para el crimen, para utilizar este conocimiento en el enjuiciamiento, evaluación y tratamiento de personas que hayan cometido delitos. “En definitiva, los neuropsicólogos asesoramos en los procedimientos judiciales con un lenguaje y metodología propia”, ha explicado la ponente.

Candela Gracia ha profundizado en la relación y vinculación entre el diagnóstico y las particularidades del caso. “El diagnóstico del paciente per se no es importante sino está ligado al caso en sí. Lo que interesa es discernir cómo los hechos que han llevado a la víctima o al criminal a formar parte de un proceso judicial le están afectando desde el momento que sucedieron o cómo le están afectando para el desarrollo de su vida actual”.

Para ello, hacen uso de cuatro técnicas fundamentales para la puesta en práctica. Por un lado, el “vaciado del expediente”, para que los neuropsicólogos se informen sobre el caso. “El profesional necesita tener una visión holística de la realidad, contexto y entorno del caso”, ha puntualizado. Por otro, las entrevistas, teniendo en cuenta que las semis estructuradas o estructuradas no sirven porque pueden recortar o prescindir de información. Las pruebas psicométricas, que deben tener la capacidad de detectar las respuestas inusuales con escalas de validez. Y, por último, la observación conductual, para comprobar que lo manifestado es concluyente con lo expresado.

Aplicaciones de la neuropsicologa forense

 

Una especialidad que lucha por su reconocimiento

Aunque la neuropsicología forense no es una especialidad reconocida, desde los colegios profesionales se trabaja para reconocer la profesión y darle estándares mínimos formativos y prácticos a través de las acreditaciones profesionales. “Tenemos acreditaciones profesionales en la psicología forense y neuropsicología clínica. Son planes de reconocimiento que hace el colegio profesional con los que se exigen unos mínimos de formación y práctica en la materia”, ha explicado Candela.

Por último, la ponente ha aclarado que se formó en neuropsicología forense por responsabilidad. “Para tomar decisiones judiciales, los jueces se basan en nuestras conclusiones. Los conocimientos que la psicología me había dado se me quedaban cortos y estaba participando en decisiones de grandes responsabilidades”.

Para conocer más información sobre el Máster Universitario en Neuropsicología de Loyola Másteres, accede a https://www.uloyola.es/masteres/neuropsicologia

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