Fallecimiento del Papa Francisco

21/04/2025

El papa Francisco descansa ya en el abrazo del Padre. La Iglesia católica llora su partida y eleva una oración de gratitud por su vida, porque Francisco ha sido testimonio de Cristo y su palabra ha despertado conciencia, así como su hacer ha sido puro evangelio vivido.

El Santo Padre ha fallecido en la mañana del lunes de Pascua. Desde la comunidad Universitaria Loyola pedimos al Señor, al que sirvió con fidelidad y enorme humildad, lo reciba con la ternura con la que él abrazó a tantos y nos unimos a la oración por su eterno descanso. Su pontificado será recordado con la gratitud de quienes han tenido la gracia de contar con un pastor bueno, que ha sabido caminar con su pueblo.

La Universidad Loyola celebra este martes 22 de abril sendas misas en agradecimiento por su pontificado y por su eterno descanso a las 8.30 horas en la capilla del Campus de Granada y a las 9.30 horas en las capillas de los campus de Córdoba y Sevilla.

Brille para él la luz perpetua. Descanse en Paz.

ORAR EN EL AGRADECIMIENTO A FRANCISCO

Ante la noticia del fallecimiento del Papa Francisco, que hemos conocido en esta mañana del Lunes de Pascua, en nombre de la provincia de España de la Compañía de Jesús, quiero expresar nuestra profunda gratitud por la vida y misión del Papa Francisco.

Este pontificado sin duda será recordado por muchas claves que estos días se recalcan en muchos ámbitos: Su magisterio que abarca desde la preocupación por la casa común, expresada en Laudato Sii, a la mirada al amor reflejada en Dilexit Nos (su última encíclica sobre el Sagrado Corazón de Jesús), o la llamada a la esperanza con la que recientemente nos convocaba a la celebración de este año jubilar; su talante pastoral y estilo cercano, especialmente con los más vulnerables; su opción por acercarse a las periferias, tan visible en los destinos de los viajes que ha emprendido a lo largo de estos años y en tantas denuncias proféticas ante muchas lacras de nuestro presente; su determinación por afrontar una serie de reformas eclesiales que, en el cónclave que le eligió, recibió como misión; y la preocupación por diversas cuestiones que afectan a la Iglesia, reflejada en los sínodos que han tenido lugar bajo su pontificado, dedicados a la familia, los jóvenes, la Amazonía o la sinodalidad.

De Francisco, el santo cuyo nombre eligió como pontífice, el papa visibilizó la pobreza y la preocupación por la creación. De Ignacio, el santo fundador de la Compañía de Jesús, el discernimiento como camino para buscar la voluntad de Dios. Su lema, “Miserando atque eligendo” (Lo miró con misericordia y lo eligió), lo ha querido hacer vida en su forma de tocar a los intocables.

En su discurso a la congregación general 36 de la Compañía de Jesús, Francisco, en aquel contexto a la vez Papa y compañero jesuita, nos animó a pedir la alegría verdadera (consolación) que viene de Dios, a dejarnos conmover por el Señor puesto en cruz, y a hacer el bien de buen espíritu, sintiendo con la Iglesia. Esas palabras quedan aún hoy como horizonte que pueda seguir guiando nuestra misión y como precioso legado que queremos mantener.

Francisco constantemente a lo largo de estos años nos ha invitado a rezar por él. Al final de cada alocución, en cada encuentro, en cada carta. Eso queremos hacer ahora. Orar agradeciendo su vida. Orar también por la Iglesia, para que sepa ser fiel a la voz del Espíritu, a la hora de continuar camino en una nueva etapa que comienza. Con ese deseo, y el corazón agradecido por tanto.
Enric Puiggròs SJ, provincial de España de la Compañía de Jesús

Comparte
Compartir en Twitter Compartir en Facebook Compartir en LinkedIn Compartir en WhatsApp