La Biblioteca de la Facultad de Teología expone la segunda etapa del recorrido por la vida de San Ignacio de Loyola a través de su Fondo Antiguo

02/11/2022

La exposición ha inaugurado su segunda etapa que estará disponible para su visita hasta el 30 de noviembre en la biblioteca de la Facultad de Teología de la Universidad Loyola en la calle Profesor Vicente Callao, 15 en Granada.

La Biblioteca de la Facultad de Teología de la Universidad Loyola, inauguró ayer la segunda fase de la exposición titulada “¿A dónde me queréis llevar, Señor? San Ignacio de Loyola a través de la iconografía del Fondo Antiguo.” Con esta muestra, la biblioteca y el profesor Diego Molina, jesuita y profesor de dicha Facultad, contribuyen a la celebración del Año Ignaciano.

La muestra se organiza en dos fases en las que se presentan los momentos más significativos de la vida de San Ignacio celebró su primera fase el pasado mes de mayo en la que se expuso lo acontecido entre Loyola y Manresa (es el Ignacio herido, peregrino, asceta, que finalmente alcanza tal grado de entendimiento que consigue “ver todas las cosas nuevas”) para llegar ahora a la segunda parte que transcurre entre París y Roma (Ignacio que sigue siendo peregrino y que es consciente de la necesidad de formación para poder ayudar a los otros, el que termina su vida en Roma como nunca imaginó).

El hilo narrativo de la exposición se basa en obras que dejaron huella en San Ignacio y que representan su recorrido espiritual. Estas imágenes son el soporte que da testimonio y permiten comprender las experiencias que vivió el Santo y que explican su relevancia en la historia de la Iglesia. De esta manera la exposición realiza un recorrido por su vida y los lugares más significativos de su experiencia transformadora.

De París a Roma

Esta segunda etapa que estará expuesta hasta el próximo 30 de noviembre se inicia con la formación de San Ignacio en Artes y Teología. Como consecuencia de no poder quedarse en Tierra Santa, San Ignacio decide estudiar (convencido de que necesitaba más formación eclesiástica) para así poder “ayudar a los demás” y ponerse al servicio de N. Señor ordenándose sacerdote en un futuro, para mayor Gloria de Dios.

Tras breves estancias en Barcelona, Alcalá y Salamanca, donde estudia latín y filosofía, el Peregrino decide marchar a París para dar más solidez a sus estudios. Llega en 1528 “solo y a pie”. En París permanecerá hasta 1535. En París, Ignacio estudiará según el “modo pedagógico parisiense” (método que más adelante servirá de inspiración a toda la pedagogía jesuita y que entrará en la Ratio Studiorum -formación en los colegios). Estudiará autores como:  Aristóteles, Pedro Lombardo (el Maestro de las Sentencias, cuyo texto teológico era obligado en todas las universidades medievales hasta bien entrado el s. XVI) y el Doctor Angélico (la Summa Theologiae de Santo Tomás será más tarde el texto universitario que prevalezca). Un ejemplar de esta última obra se muestra en nuestra exposición en edición incunable de 1489.

Será en París donde Ignacio reúna a un grupo de compañeros “amigos en el Señor”, con los mismos ideales de servicio divino. Con ellos iba a compartir un proyecto de vida. Así, el 15 de agosto de 1534, Ignacio y los primeros compañeros hicieron el “Voto de Montmartre” (escena reproducida por Rubens y Barbé, dentro de la colección de grabados Vita Beati P. Ignatii Loiolae Societatis Iesu fundatoris, 1609 y su reedición de 1622 que aquí exponemos).

 

expoteologianoviembre

 

Durante este periodo de Ignacio en París, la Reforma protestante se había extendido por Europa y diversificado en distintas confesiones. Erasmo publica su “Novum Instrumentum”, más tarde “Novum Testamentum”, llamado “Textus Receptus”, obra censurada por el Santo Oficio y cuya 2ª edición fue traducida por Lutero al alemán. Entre nuestros ejemplares expuestos podemos observar dos post-incunables: una edición del Novum Testamentum (1527) de Erasmo; y la obra Antilutherus (1524) de Josse Clicthove, profesor de la Sorbona, donde refuta los argumentos luteranos.

No será hasta la celebración del Concilio de Trento cuando se aclaren estas cuestiones doctrinales. Dos de los primeros compañeros, Laínez y Salmerón, participaron en dicho Concilio como grandes teólogos. Este último, Salmerón, erudito en Sagradas Escrituras, publicó su gran comentario al N.T. que aquí exponemos en edición prínceps.

En 1537, Ignacio vivió una experiencia fundamental en su vida, que conoce como la “Visión de la Storta”. A partir de ahí, se funda la Compañía de Jesús, aprobada en 1540 por el Papa Paulo III; se fundan los colegios (entre ellos, el Colegio Romano en 1551 y el Colegio Germánico en 1552). En esos momentos Ignacio se entrega, además, a escribir las Constituciones de la Orden recién aprobada. Un ejemplar de estas se muestra en nuestra exposición: Constitutiones Societatis Iesu, latinae et hispanicae cum earum declarationibus, 1606.

Hay que resaltar la obra de emblemas del jesuita Carlo Bovio. Utilizando un lenguaje simbólico, se muestran con imágenes alegóricas los episodios más destacados de la vida de S. Ignacio y manifiestan su significado espiritual y moral.

Finalmente, destacamos la colección de grabados Evangelicae Historiae Imagines, 1593, del P. Jerónimo Nadal, sj., magnífica obra ilustrada de la Compañía de Jesús para ayudar a la oración mediante la contemplación de las imágenes y la composición de lugar. Fue editada por Plantino y elaborada por los mejores grabadores de la escuela flamenca: los hermanos Wierix y los hermanos Collaert.

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